“Cartago Tendrá Nuevas Instalaciones para Seis Escuelas”.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) ha anunciado la construcción de seis centros educativos en la provincia de Cartago, como parte del Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (PROERI). La inversión total asciende a $18,696,941 y beneficiará directamente a 3,472 estudiantes, mejorando las condiciones de instituciones que se encuentran en zonas de alta vulnerabilidad.
El PROERI, financiado mediante un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), tiene como objetivo mejorar 46 centros educativos a nivel nacional, de los cuales seis están ubicados en Cartago. Estos centros han enfrentado problemas graves de infraestructura, como inundaciones, aulas hacinadas y riesgo de inestabilidad estructural, lo que afectaba tanto a la seguridad como a la calidad educativa.
Entre las instituciones beneficiadas se encuentra la Escuela Carlos Joaquín Peralta Echeverría, que ha estado funcionando en condiciones extremadamente precarias. Sus 996 estudiantes enfrentan problemas constantes de inundaciones y deterioro del suelo. Sin embargo, con la nueva construcción de cuatro pisos, pronto podrán disfrutar de instalaciones modernas que mejorarán significativamente el ambiente de aprendizaje.
Otros centros educativos en Cartago que recibirán mejoras incluyen la Escuela Sixto Cordero Martínez, la Escuela San Blas, el Liceo de Tobosi, el Liceo de Tierra Blanca y la Escuela José Liendo Goicoechea. La inversión en estas instituciones busca solucionar los problemas de hacinamiento, mejorar la accesibilidad y proporcionar un entorno seguro para los estudiantes.
Durante la presentación oficial en la Plaza Mayor de Cartago, el MEP destacó que este proyecto es parte de un esfuerzo más amplio para garantizar una infraestructura escolar más resiliente, segura y accesible en todo el país, beneficiando a estudiantes que anteriormente se encontraban en condiciones de riesgo.
Con estas mejoras, se espera no solo aumentar la capacidad de los centros educativos, sino también mejorar el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes, quienes podrán asistir a clases en instalaciones adecuadas y seguras.