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Elecciones Venezuela: ¿Abstención Desafía a Maduro?.

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La política venezolana sigue siendo un escenario de alta tensión y confrontación, y las recientes elecciones anticipadas del 25 de mayo para renovar la Asamblea Nacional y los Gobiernos regionales han reavivado el debate sobre la legitimidad y la participación ciudadana. En este contexto, la líder opositora María Corina Machado ha emergido con una contundente afirmación: el gobierno de Nicolás Maduro “está contra las cuerdas” a raíz de una significativa abstención, que ella califica como una “derrota política” para el oficialismo.

Machado, en una columna publicada en el diario argentino La Nación, no dudó en describir el proceso del 25 de mayo como una “farsa orquestada” cuyo propósito sería, según su visión, “pasar la página de la humillante derrota recibida en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024”. La dirigente opositora sostiene que más del 85% de los ciudadanos venezolanos se rehusó a participar en estos comicios, a pesar de las presuntas amenazas de represalias, lo que, a su juicio, constituyó un “acto de desobediencia masiva, militante, consciente y valiente”.

Esta lectura de la abstención como una reafirmación del “mandato soberano” expresado en las elecciones presidenciales del año anterior, donde Machado asegura que la oposición superó a Maduro en una proporción de 70 a 30, contrasta notablemente con los datos oficiales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, por su parte, informó una participación del 42.63% del censo electoral, cifra que, si bien es baja, dista considerablemente de la estimación de Machado. La discrepancia en estas cifras es un punto central de la controversia y subraya la polarización existente en el país.

La líder opositora no se detuvo ahí en sus señalamientos. Denunció una escalada de medidas represivas por parte del gobierno para intentar frenar el avance de la oposición. Entre estas, mencionó desapariciones forzadas, torturas y asesinatos, afirmando que “más de 2.000 personas han sido objeto de desapariciones forzadas y torturas; más de 30 han sido asesinadas”. Asimismo, acusó que el “presidente electo, Edmundo González, fue forzado a salir del país ante el riesgo a su integridad personal”, una declaración que añade una capa más a la grave situación de derechos humanos que se reporta en Venezuela.

Otro flanco de crítica de Machado fue el propio CNE, al que acusó de no haber presentado resultados ni actas detalladas del proceso electoral del 25 de mayo. “En ‘elecciones’ como estas, los votos son lo de menos; no cuentan”, sentenció, poniendo en tela de juicio la transparencia y validez del sistema electoral venezolano.

Para Machado, esta jornada electoral del 25 de mayo se suma a lo que ella considera una serie de victorias para el movimiento democrático venezolano, incluyendo las primarias del 22 de octubre de 2023, las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, y la supuesta “Operación Guacamaya”, en la que afirma se liberaron rehenes de la embajada de Argentina. “Vamos 4 a 0. Y esto es hasta el final”, escribió con un tono desafiante, reflejando la determinación de la oposición.

La líder antichavista también enfatizó un presunto creciente aislamiento de Nicolás Maduro y el impacto de las medidas internacionales. “Nunca como hoy, se han alineado todos los vectores a favor de la transición democrática en Venezuela”, aseguró, sugiriendo que al gobierno solo le quedaría la violencia como último recurso de poder. En este contexto, llamó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a “abrir el camino a la transición, en orden y con seguridad”, apelando a su deber constitucional de ser garantes de la soberanía popular.

En síntesis, las declaraciones de María Corina Machado pintan un cuadro de un gobierno venezolano debilitado por la desobediencia civil y la presión internacional, mientras que el oficialismo defiende la normalidad de un proceso electoral que ha sido, una vez más, objeto de escrutinio y controversia. La divergencia en la interpretación de la participación electoral y la denuncia de graves violaciones a los derechos humanos son indicativos de la profunda división que persiste en la sociedad venezolana, y que continúa marcando la pauta de su futuro político.

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