Ortega y Murillo consolidan un régimen autoritario en Nicaragua.
Ortega y Murillo afianzan el control en Nicaragua, según la ONU
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado sobre la consolidación de un Estado autoritario en Nicaragua bajo el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. Según un informe reciente, la reforma constitucional aprobada por el Ejecutivo ha eliminado los pocos controles institucionales que quedaban en el país.
Un poder absoluto
De acuerdo con el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, la reforma constitucional otorga un dominio total a Ortega y Murillo. Entre los cambios más controvertidos está la elevación de Murillo a “copresidenta” y la creación de una “policía voluntaria” conformada por civiles.
Los expertos advierten que la población nicaragüense enfrenta represión, exilio forzado y vigilancias constantes. “No quedan instituciones independientes, y cualquier voz disidente es silenciada”, señalaron.
Crecimiento de la represión
Desde las protestas de 2018, en las que murieron más de 300 personas, el gobierno ha reforzado su control sobre la sociedad. El informe de la ONU indica que el Estado ha utilizado “métodos sistemáticos de represión”, incluyendo el despojo de la nacionalidad a opositores y la vigilancia a la prensa y la Iglesia.
Uno de los aspectos más alarmantes es la creación de una policía paralela conformada por más de 50.000 civiles. Estos grupos, que visten capuchas negras y camisetas blancas, operan bajo las órdenes del gobierno, generando preocupación en la comunidad internacional.
Llamado a la comunidad internacional
El Grupo de Expertos de la ONU ha calificado la situación en Nicaragua como “crímenes de lesa humanidad” y ha instado a la Corte Internacional de Justicia a intervenir. “El mundo no puede ser un simple espectador. Es necesario tomar acciones legales y aplicar sanciones para responsabilizar a Ortega y Murillo”, afirmó Reed Brody, miembro del grupo.
Ante este panorama, organismos de derechos humanos y gobiernos extranjeros han expresado su preocupación y han llamado a medidas urgentes para frenar la represión en Nicaragua.