Alajuelense responde a Jafet y defiende reprogramación.
Alajuelense rompe el silencio: ¿Realmente fue la seguridad el motivo de la reprogramación ante Herediano?.
En un escenario donde las pasiones deportivas se cruzan con decisiones institucionales, la Liga Deportiva Alajuelense ha defendido su postura tras la reprogramación del partido contra el Club Sport Herediano, originalmente programado para el 14 de septiembre, y ahora reprogramado para el 16 de noviembre. La decisión, que ha generado críticas por parte del presidente herediano, Jafet Soto, fue tomada según Alajuelense por motivos estrictamente relacionados con la seguridad pública y no por razones deportivas o conveniencia propia.
Según Marco Vásquez, vocero de Alajuelense, la solicitud para cambiar la fecha provino directamente del Ministerio de Seguridad, que a través de la Fuerza Pública informó que no contaba con los recursos necesarios para garantizar la seguridad del partido. Este inconveniente se debió a la falta de oficiales disponibles debido a las celebraciones patrias, que coinciden con el día originalmente fijado para el encuentro.
“Nuestra solicitud de reprogramación fue una respuesta directa a la petición del Ministerio de Seguridad. La Liga estaba preparada para jugar el día previsto, pero la recomendación de las autoridades era clara: no podían asegurar la seguridad en el evento”, explicó Vásquez, quien añadió que esta solicitud fue recibida antes de los incidentes de violencia ocurridos en el partido de Puntarenas, con lo cual se niegan las insinuaciones de que hubo manipulación o aprovechamiento de la situación.
Por su parte, Víctor Reyes, asistente de gerencia deportiva del equipo, reafirmó la versión presentada por Vásquez, detallando que la Fuerza Pública envió la petición la mañana del miércoles 13 de septiembre, lo que llevó al club a actuar de inmediato. “Recibimos la notificación por parte de la Fuerza Pública, indicando que no podían cubrir el partido el sábado por la falta de personal, y tomamos las medidas necesarias”, señaló Reyes.
Ante las acusaciones de Jafet Soto, quien sugirió que la reprogramación favorece injustamente a Alajuelense, el club ha mantenido una postura cauta, evitando caer en confrontaciones públicas. Vásquez subrayó que lo único que hizo el club fue acatar las indicaciones del Ministerio de Seguridad para garantizar que el partido se realice bajo las mejores condiciones de seguridad para todos los asistentes.
El tema ha levantado revuelo en el entorno futbolístico, pero Alajuelense insiste en que su accionar fue transparente y motivado por razones ajenas a sus propios intereses. “No tomamos la decisión por conveniencia deportiva, sino por responsabilidad y para cumplir con los requisitos de seguridad que nos plantearon”, concluyó Vásquez.
Con esta aclaración, Alajuelense busca poner fin a la polémica y concentrarse en lo deportivo, dejando en manos de las autoridades correspondientes la justificación de la reprogramación. A pesar de las críticas, el club mantiene que la seguridad de los aficionados y participantes es siempre lo más importante.