Kirk y su Show de “Guaro y Moralidad”: El Nuevo Circo de la Política Selectiva.
POR MARIANA ARTAVIA, MUNDOACR.COM
Bueno, parece que Kirk Elias Salazar Cruz ha decidido subirse al escenario del gran circo político con su discurso de “guaro, guaro, guaro” y sus dagas verbales dignas de una película clase B. ¡Bravo, Kirk! Qué maravilla verte tan indignado ahora que tu amado PLN ya no puede llenarse los bolsillos con las prebendas universitarias. Porque claro, ¿dónde estabas cuando los corruptos de siempre nos dejaron este desastre de país? Ah, sí, perfeccionando tus monólogos moralistas y esperando tu gran momento de estrellato.
Es hilarante escuchar cómo Kirk trata de vestir a Chaves con el traje de villano populista, como si de repente él y su partido fueran los defensores de la pureza política. ¡Qué ironía más exquisita! Pero lo mejor de todo es la comparación con Bukele. Claro, porque lo que Costa Rica necesita es un presidente que gobierne como un dictador en lugar de, ya sabes, un sistema democrático. ¡Qué visión tan avanzada, Kirk! Deberías ser asesor de las dictaduras del siglo XXI.
Y ahí vamos de nuevo con la educación. ¿Menos becas? ¿Menos ayudas sociales? ¡Oh, no! Porque el PLN siempre ha sido un bastión de la justicia social, ¿verdad? ¿No fue bajo su tutela que la corrupción devoró millones que deberían haber ido a las escuelas y a los estudiantes? Pero claro, ahora Kirk se lamenta porque Chaves no sigue pagando el derroche de las universidades que sirven de refugio para sus amiguitos privilegiados. ¡Qué tragedia!
El sarcasmo alcanza su punto más alto cuando Kirk dice que Chaves está desgastado y que el país está en “una cuesta de enero eterna”. Quizás olvidó que esa cuesta la construyeron sus colegas del PLN, los mismos que ahora, desde las sombras, tiran piedras mientras esconden la mano. ¡Qué valientes!
En resumen, Kirk, tu guion de telenovela es predecible, patético y cargado de cinismo. El pueblo costarricense ya no es el títere de los partidos tradicionales que esperabas. No necesitamos más sermones ni discursos de guaro, solo hechos. Pero tranquilo, sigue lanzando tus “puñales” desde la tribuna, que al final, la única máscara que se cae es la tuya.
El país necesita menos sermones de moral selectiva y más acción verdadera. ¿Recuperar la confianza del pueblo? Empieza por dejar de subestimar su inteligencia. El costarricense ya no es el idiota que tu partido creyó por tanto tiempo.
