Ortega Desafía a Corruptos y Mafias: Un supuesto Clamor por la Justicia en Costa Rica
En una intervención apasionada en la Asamblea Legislativa, el diputado Antonio Ortega, del Partido Frente Amplio, se dirigió a sus colegas y al pueblo costarricense con un mensaje contundente. Ortega denunció lo que él percibe como una serie de persecuciones históricas y actuales que han afectado a diversos grupos en el país.
Durante su discurso, Ortega hizo un recorrido por las páginas más oscuras de la historia de Costa Rica, señalando las persecuciones sufridas por socialcristianos, comunistas, afrodescendientes, judíos, indígenas y religiosos no católicos. Sin embargo, el diputado subrayó que estas persecuciones no pertenecen al pasado. Según él, aún persisten manifestaciones similares contra la población LGTBIQ, periodistas, ecologistas y, especialmente, contra los funcionarios públicos que se atreven a denunciar la corrupción.
Ortega calificó estos ataques como una forma de “bullying” institucional, comparando a los perpetradores con un cartel. “Hay que decirles a los que trabajan como si fuera un cartel, como si fuera el bullying de la escuela, que no les tenemos miedo”, afirmó con firmeza. “No le tenemos miedo a los corruptos, no le tenemos miedo a las mafias, no les tenemos miedo a los matones.”
El discurso del diputado también abordó la hipocresía en la política costarricense. Ortega criticó a aquellos que, en su opinión, ocultan sus verdaderos intereses detrás de una fachada de integridad política. Mencionó cómo algunos partidos políticos emergieron desde la sede del Poder Ejecutivo, Zapote, para las elecciones municipales, organizando asambleas cantonales con la participación de funcionarios públicos. Además, destacó la proliferación de partidos nacidos en despachos legislativos, como la fracción del Partido Progreso Social Democrático, que incluso usó videos de asesores para pedir votos.
El mensaje de Ortega resuena con una preocupación profunda por las dinámicas actuales en Costa Rica, donde las luchas internas y las ambiciones personales parecen eclipsar el bienestar colectivo. En su llamado a sus colegas, instó a dejar de lado la hipocresía y a enfrentar con valentía las amenazas reales que enfrenta el país, incluyendo la corrupción y las mafias que operan bajo la sombra del poder.