Según informe de la Contraloría Destapa Fallos Críticos en la Gestión del MEP.
¿Es la Educación Costarricense un Barco a la Deriva?.
Un reciente informe de auditoría del Ministerio de Educación Pública (MEP) ha encendido las alarmas sobre serias deficiencias en la gestión y calidad educativa en Costa Rica. El documento, elaborado por la Contraloría General de la República (CGR), revela que solo un 11,46% de los riesgos financieros identificados están siendo gestionados de manera activa, lo que limita significativamente la capacidad del MEP para enfrentar desafíos financieros y mitigar riesgos de manera efectiva.
Entre los hallazgos más preocupantes del informe se destaca que la reducción en los recursos asignados al MEP ha llevado a prácticas que afectan la calidad de la información presupuestaria. En 2023, la falta de contenido presupuestario resultó en una subvaloración de ₡25.616 millones en la liquidación del Ministerio, violando el deber constitucional de transparencia. Además, el MEP no ha revelado la existencia de reclamos administrativos pendientes, afectando la confiabilidad de la información presupuestaria y la toma de decisiones.
Otro punto crítico abordado en el informe es la influencia de la aplicación de la “curva” en los resultados de las pruebas de bachillerato, especialmente en distritos con un bajo Índice de Desarrollo Social (IDS). Sin esta práctica, los resultados habrían sido significativamente negativos, evidenciando debilidades en el uso de la información para mejorar los procesos educativos.
El informe también subraya que la estructura organizacional del MEP no ha logrado establecer los flujos necesarios para aprovechar la información evaluativa disponible. Esto impide que la macroevaluación funcione como un proceso de mejora continua, un factor esencial para el desarrollo del sistema educativo.
A pesar de estos desafíos, el informe abre la puerta a oportunidades de mejora. La CGR hace un llamado a la necesidad de un modelo de gestión que cumpla con las expectativas y necesidades del sistema educativo. Se enfatiza la importancia de una planificación estratégica que garantice la calidad de la educación y se emite una opinión adversa sobre la liquidación presupuestaria del MEP, subrayando la urgencia de implementar cambios significativos en la gestión educativa.
El documento titulado “Los Servicios Educativos del MEP ante un punto de inflexión: habitando la transformación de cara al futuro” resalta varias brechas en la prestación de servicios educativos:
- Deterioro de cobertura y acceso: La tasa neta de escolaridad en primaria cayó al 93,6% en 2023, en comparación con el 98% registrado en 2010-2011. Las tasas en preescolar y secundaria también están por debajo del 90%.
- Desigualdades geográficas: Baja cobertura en distritos de menor desarrollo social y brechas en la cobertura de asignaturas especiales e inglés.
- Desmejora en el desempeño: Evidenciado en resultados de pruebas como PISA y pruebas de dominio lingüístico de la UCR.
- Inestabilidad en la implementación de evaluaciones: Desde la eliminación de las pruebas de bachillerato, afectando la disponibilidad de información crítica para la mejora continua del sistema educativo.
- Disminución en la asignación de recursos: Del 7,07% del PIB en 2017 al 5,21% en 2023.
- Transformación digital deficiente: Ausencia de información que facilite el procesamiento, ralentizando la capacidad de transformar datos para la toma de decisiones.
El MEP es el principal proveedor de servicios educativos para poblaciones vulnerables, incluyendo personas en condición de pobreza, discapacidad, zonas rurales y comunidades indígenas. Por ello, es crucial abordar estas brechas y trabajar hacia una mejora continua y transparente en la gestión pública de la educación.