Sindicato del Congreso Llama a Pilar Cisneros a Detener “Ataques Viscerales” Contra Funcionarios Técnicos.
Sindicato defiende a militante del PLN.
En medio de una creciente controversia en la Asamblea Legislativa de Costa Rica, la Unión de Trabajadores Legislativos (Utraleg) ha emitido un comunicado en respuesta a las declaraciones de la diputada Pilar Cisneros, quien criticó públicamente a Tonatiuh Solano, un funcionario del departamento de Servicios Técnicos. Utraleg calificó las palabras de Cisneros como un “ataque visceral”, y advirtió sobre el riesgo que implican este tipo de manifestaciones para la seguridad e integridad de los empleados legislativos.
¿Qué Ocurrió?
El 14 de agosto, durante una intervención en el plenario, la diputada Cisneros descalificó el trabajo de Solano en relación con un informe técnico sobre el proyecto de ley jaguar. Durante su discurso, la diputada cuestionó la afinidad política del funcionario y reveló información personal sobre él, lo que provocó la indignación del sindicato legislativo y otras fracciones políticas en la Asamblea.
El sindicato reaccionó rápidamente, calificando la exposición de datos personales como “peligrosa” y argumentando que las declaraciones de Cisneros no solo representaban un ataque personal, sino también un acto de “persecución política”. Utraleg enfatizó que Solano cumplió con su labor de acuerdo con sus funciones y dentro de los términos establecidos por el Gerente del departamento de Servicios Técnicos, sin desviarse de sus responsabilidades profesionales.
Reacción del Sindicato y la Oposición
En su comunicado, Utraleg recordó que es común que muchos de los empleados del Congreso tengan vínculos con partidos políticos debido a la naturaleza de su trabajo y a las fracciones políticas con las que colaboran. Sin embargo, el sindicato subrayó que esto no justifica ataques personales ni la difusión de datos sensibles de los trabajadores. “Siempre habrá trabajadores que están vinculados con x o y partido, como lo hay en otras instituciones del país”, señaló Utraleg, sugiriendo que incluso en el equipo de la diputada Cisneros podría haber personas con vínculos a distintos partidos.
La organización sindical también apuntó que los funcionarios legislativos no realizan labores de decisión política, sino que se dedican a tareas técnicas y profesionales, cumpliendo con la ley y la Constitución Política. Por lo tanto, no deben ser objeto de ataques partidarios o utilizados como chivos expiatorios en confrontaciones políticas.
El rechazo a las declaraciones de Cisneros no se limitó al sindicato. Diversas fracciones de la oposición en la Asamblea Legislativa también se manifestaron en contra de lo que consideraron una actitud de “persecución política”. Las críticas se centraron en que la diputada Cisneros, en lugar de aportar pruebas o argumentos que desmeritaran el informe de Servicios Técnicos, optó por atacar personalmente a un funcionario que solo estaba cumpliendo con su labor.
Este incidente ha puesto de relieve un problema más amplio en el Congreso: el papel que juegan los trabajadores legislativos en medio de las tensiones políticas. Utraleg advirtió que la confrontación política no debe afectar a los funcionarios, quienes trabajan bajo parámetros técnicos y no tienen la facultad de influir en las decisiones políticas. El sindicato reiteró que es responsabilidad de los legisladores mantener un clima de respeto hacia los empleados que cumplen con sus funciones de manera profesional.
En su comunicado, Utraleg finalizó con una solicitud directa a la diputada Cisneros: “No trasladen las culpas, ni descarguen frustraciones políticas partidarias con los funcionarios. Ellos no pueden ni tienen por qué plegarse a intereses políticos partidarios”. La organización instó a que las críticas se enfoquen en el contenido de los proyectos y en los debates de fondo, y no en ataques personales que puedan dañar la reputación o seguridad de los empleados legislativos.
