Venezuela bajo la sombra del miedo: la dictadura de Maduro marca casas opositoras en Caracas.
En Venezuela, la represión política sigue su curso implacable. El régimen de Nicolás Maduro, que ya ha dejado un rastro de muertos y miles de detenidos tras las protestas, intensifica su estrategia de intimidación en uno de los barrios más populares de Caracas, el 23 de Enero. Durante este fin de semana, circularon imágenes en redes sociales que muestran varias casas marcadas con una “X”, un acto intimidatorio que evoca tiempos oscuros y busca silenciar a los disidentes.
La táctica, que ha sido comparada con prácticas nazis, no es solo una amenaza velada; es una declaración abierta de que cualquier forma de oposición será castigada. “Tun tun, tipo nazi”, se escucha en uno de los videos mientras se observa una fila de casas marcadas. Este tipo de intimidación no solo busca amedrentar a la población local, sino que también es un mensaje para todo aquel que considere desafiar al régimen.
La respuesta internacional y las consecuencias
Tamara Suju, abogada venezolana y directora del Instituto Casla, ya ha denunciado este acto ante la Corte Penal Internacional (CPI), donde Maduro y su cúpula están siendo investigados por crímenes de lesa humanidad. Esta denuncia se suma a las múltiples exigencias de la comunidad internacional para que el régimen cese la violencia y la persecución contra la oposición política y la sociedad civil.
Desde que comenzaron las protestas el 29 de julio, el régimen ha endurecido su postura con lo que denominan “Operación Tun Tun”, una campaña de persecución implacable contra aquellos que rechazan los resultados electorales, ampliamente considerados fraudulentos.
La persecución y el impacto en la sociedad
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, denunció que la persecución ha alcanzado “niveles inhumanos”. Edmundo González Urrutia, candidato opositor que afirma haber ganado las elecciones con el 67% de los votos, llamó a Maduro a detener la violencia y liberar a los detenidos arbitrariamente.
Según la ONG Foro Penal, hasta el pasado sábado se habían verificado 1,303 arrestos en el contexto de las protestas. Entre los detenidos se encuentran mujeres, adolescentes, indígenas y personas con discapacidades. Además, la represión ha dejado un saldo de al menos 24 civiles muertos, aunque otras fuentes sugieren que la cifra podría ser cercana a 100.
La comunidad internacional, representada por figuras como Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, insiste en la necesidad de un diálogo transparente que respete la voluntad del pueblo venezolano para resolver esta crisis.